APOYO PSICOLÓGICO
Desde el año 2007, la atención psicosocial al niño onco-hematológico se ha ido desarrollando en el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús.
Esta unidad cuenta con un equipo multidisciplinar, que intenta llegar a todas las áreas del niño enfermo y su familia.
La finalidad es ofrecer un trabajo de mayor calidad llegando a la hospitalización tanto de niños como adolescentes, al seguimiento de los niños que sobreviven con sus secuelas tanto físicas como emocionales y sociales, a los niños que no llegan a
superar la enfermedad, y a los niños que vienen de otros países con todo lo que conlleva el desarraigo de la inmigración.
El objetivo de este equipo psicosocial es potenciar el trabajo multidisciplinar coordinado mediante una acción protocolizada desde las distintas áreas de intervención, y mejorar la calidad de vida y la normalización del niño onco-hematológico y su familia, reduciendo factores psicosociales tales como ansiedad, estrés, adaptación y estados deficitarios económicos y sociales, efectos secundarios
del tratamiento.
El desarrollo del protocolo psicosocial se lleva a cabo siguiendo varias pautas:
- Establecer una valoración inicial del niño o adolescente con cáncer y su familia en el diagnóstico.
- Realizar un seguimiento de la evolución del paciente y su familia durante el proceso de tratamiento.
- Orientarles hacia la normalidad en la remisión de la enfermedad.
- Arroparles ante la recaída.
- Proporcionar soporte emocional al niño con cáncer y su familia durante la fase terminal (aquellos que no son derivados a la Unidad de Cuidados Paliativos).
- Área de Trasplante de Médula Ósea: Sabemos que el trasplante supone una terapia agresiva y en muchos casos la única línea de tratamiento existente. Teniendo en cuenta esta situación de incertidumbre, sabemos no solo por las valoraciones que tenemos en la sala, sino porque muchos autores hacen referencia al distress con el que viven tanto los niños como la familia esta terapia. Si se consigue llevar a cabo de forma adecuada un protocolo de actuación psicosocial, muchas de las psicopatologías que aparecen durante este tratamiento, podrían ser prevenidas, evitadas y orientadas.
Todo este proceso se lleva a cabo desde el momento del diagnóstico, hasta el final del tratamiento o fase terminal y en el seguimiento de secuelas en los supervivientes debido a la enfermedad con el fin de lograr una atención de calidad, no sólo a nivel médico- asistencial sino psicosocial.
“El cáncer en los niños y, sobre todo, la evolución suele desestabilizar estructuras familiares y profesionales. El diagnóstico, el tratamiento y la duración del mismo, el miedo… implican pérdidas a nivel personal, familiar, profesional, económico, escolar, social… Todo ello, sumado a alteraciones de la imagen corporal, o la disminución de la autonomía, hace necesaria una atención especializada e integrada que ayude, tanto al paciente como a los familiares, a afrontar todos estos cambios y ayudar a reorganizar estructural y mentalmente este caos, para en la medida de lo posible, recuperar y restablecer una “normalidad” durante este período.
Todos estos cambios influyen decisivamente en la percepción que tienen los pacientes sobre la enfermedad y el concepto de vida y muerte, y alteran de esta forma la calidad de vida de los mismos. La inclusión del psico-oncólogo en una unidad interdisciplinaria es fundamental para el manejo integral del paciente y sus familiares, debido a los grandes cambios que se experimentan en el transcurso de la enfermedad y que requieren de una persona debidamente entrenada.
Los psicólogos acompañan y dan soporte emocional al niño o al adolescente enfermo y a los miembros de la familia que lo solicitan; asesoran y facilitan el desarrollo de recursos personales del enfermo y de su familia para afrontar esta difícil y compleja experiencia; atienden y trabajan la adaptación y mejora de las secuelas de la enfermedad y del tratamiento recibido; ofrecen apoyo emocional y acompañamiento en el duelo…
Desde hace años, y gracias a CAICO, se da soporte psicológico a las familias y pacientes que ingresan en el Servicio de Onco-hematología y trasplante de progenitores hematopoyéticos en el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús. En estos últimos años en especial a los adolescentes y jóvenes y sus familias.”
Rosalía Lorenzo González
Psico-oncóloga – Fundación Caíco